Categorías
Artista

Aesop Rock

Desde 2006, comencé a consumir y a ordenar mi audioteca, entre iTunes y Winamp, dejando un pequeño disco duro dispuesto para recibir aquellos archivos AAC y MP3, todo ordenado en carpetas: artistas, álbumes, fechas, etc. En esos tiempos, abrí mis oídos a otros ritmos, saliendo de mi zona de confort rapera.

Todo esto, gracias a Laura, mi mejor amiga. Abrió mi tercer oído a la música francesa, folk-pop, reggae, algo de R&B y sobretodo, Yann Tiersen, más allá del soundtrack de Amélie Poulain. Este camino de descubrimiento (sí, de verdad fue así) me llevó y motivó a avanzar por senderos varios, caminos conocidos, otros nuevos y desconocidos, que cruzaban el mundo, llegando a White Plains en New York, Japón, Francia, Alemania, Suecia, Noruega, Argentina, en fin…

Al encontrar a DJ Krush, y toda su excelencia, llegué a Aesop Rock. Nativo de Portland, USA, y moviéndose en el ambiente hip-hop de New York, fue uno de los mejores descubrimientos de aquel tiempo.

Nunca había oído rimas de esa forma. Nunca había escuchado a un rapero rimar de esa forma. Quiero decir, nunca, de verdad, fue como el meme: mucho texto. No me cuadraba cómo podía decir tantas palabras, de forma tan clara en tres minutos y medio de canción.

Y ese es el caballo de batalla de Aesop Rock, canciones densas, muchas referencias a la cultura pop, al cine, rimas escritas como si las hubiese pasado por una licuadora, pero de la cual cuyo resultado es coherente y lleno de palabras, anécdotas, metáforas y claves que junto a un sonido propio, hacen de Aesop uno de los mejores — y más curiosos — raperos de la actualidad.

Y eso, no es sólo una opinión personal. Es un hecho. Según un estudio escrito por Matt Daniels y publicado por The Pudding, Aesop Rock es el rapero que posee la mayor cantidad de vocabulario en su discografía, de forma literal. A modo ejemplar, es como si Aesop fuese El Quijote de Cervantes: muchas palabras, a veces extrañas, pero todas coherentes, complejo y abstracto.

Anécdotas, referencias culturales, un lenguaje muy amplio, rimas densas, complejas y muchas veces abstractas, todo esto con una entonación precisa y clara, permiten que Aesop Rock sea el artista con mayor vocabulario en el entorno del hip-hop.

Quizás no destaque en su nivel de escritura en una capacidad poética como lo hace Nas o no sea tan nerd como lo puede ser a veces Logic, pero Aesop tiene su podio bien ganado. No es cosa de rimar rápido (para eso tienes el Rap God de Eminem), sino de expresar claramente tus ideas, por muy metafóricas que estas sean. Y formar un estilo personalizado, que permita encajar lo que está en su cabeza, de forma precisa y adecuada para con el beat instrumental, del cual muchas veces el mismo Aesop se ha encargado de producir, ya que cuenta con experiencia en la creación de beats.

Recuerdo que una vez oí a Tyler Joseph, vocalista de Twenty One Pilots, en un vídeo, decir que (parafraseando) “rapeo mis canciones, no porque sea fan del rap, sino porque no sé como cantar todo lo que tengo que decir”. Con Aesop Rock esta máxima podría ser similar, con la diferencia de que él sí sabe como armar el rompecabezas lírico que presenta en sus canciones.

Las temáticas son variadas, como mencioné con anterioridad, junto a ellas, hay canciones sobre la vida en la ciudad de New York, la del trabajador y su rutina diaria, sobre las artes gráficas, skate, sobre la vida y su significado, avance del tiempo y las cosas que crean importancia en nuestra vida. Referencias variadas al cine, a comida chatarra, playas tontamente utópicas donde puedes bailar breakdance, gatos, ranas o al estilo de vida americano. En resumidas, si quieres escuchar a un rapero variado, Aesop Rock cumple con creces.

En lo personal, me gusta mucho y me motiva cada vez que lo escucho, hay veces que unas mismas rimas suenan distintas cada vez que las vuelvo a oír. Es la magia de escribir buenas canciones.

Destaco el álbum EP Appleseed, recientemente reeditado en vinilo, porque fue el primer material que escuché de Aesop Rock luego de descubrirlo en una colaboración con DJ Krush (Kill Switch, del álbum Jaku de 2004) simplemente escuchar los segundos iniciales del tema introductorio de aquel EP manifiestan una forma diferente de hacer hip-hop.

Igualmente, recomiendo el álbum Labor Days y su contraparte Daylight. Del primero, escucha el track No rEgrets, que trata de tres etapas en la vida de una niña retraída y ensimismada en sus dibujos, con un crudo mensaje al final. Más actual, sus álbumes None Shall Pass, Skelethon o alguno de sus álbumes colaborativos, donde ha desarrollado a otro nivel su capacidad lírica, a veces con toques muy graciosos: Hail Mary Mallon, junto a Rob Sonic y DJ Big Wiz o Garbology, su último lanzamiento, junto a Blockhead, de 2021.

PD: Estudió artes visuales en la Universidad de Boston, y esta faceta/profesión es notable a través del arte de varios de sus álbumes, así como en la estética de sus vídeos musicales y otras facetas que ha logrado proyectar, como por ejemplo, un juego para smartphones, llamado Long Legged Larry (Larry Piernas Largas), basado en un personaje protagonista de una canción y con un diseño creado íntegramente por él.