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Artista

Joey Valence & Brae

¿Quiénes son Joey Valence y Brae? pues, para ser sincero, también estoy contestando esa pregunta a medida que les estoy escribiendo éstas líneas.

Puedo decir que Joey es un chico que junto con uno de sus amigos, Braedan, ambos de 22 años, que empezaron como muchos a hacer vídeos en TikTok, logrando ser virales, gracias a los experimentos que estaban realizando en tono diversión y música.

Siendo chicos modernos, podríamos decir, generación Z, manifiestan abiertamente un fanatismo por los Beastie Boys y ese afán los motivó a crear algunas letras, quizá estúpidas, con el simple deseo de divertirse, con ritmos similares a los de los Beasties, lanzando ‘Crank it up’ en 2021, que realmente explotó en TikTok en aquel año.

Eso me ha llamado mucho la atención, de una forma súper favorable. De hecho, para mí es muy nuevo. Recién hace una semana aproximadamente, antes de escribir esta entrada, salió en una de las tantas listas que sigo en Spotify su canción ‘Punk Tactics’, que como dicen en España, me dejó flipando.

¿Haz tenido ganas de ser, junto con amigo, como Bill & Ted, tener una banda musical y viajar a través del tiempo? pues eso es Joey Valence & Brae en pleno 2022. Rap actual con influencia bestial de hace 30 años.

No esperaba escuchar un ritmo noventero, netamente Beastie Boys, en un par de artistas modernos y que rinda homenaje de forma tan buena. La producción de Punk Tactics es sencilla y bien hecha, un tema breve y las rimas están bien estructuradas, el flow de Joey es muy similar al de los momentos más locos de Ad-Rock, allá por la época del Check Your Head. Y su acompañante, Brae, hace del dúo que a la hora de rimar, sea fluido, entretenido y llamativo, con muchos guiños Beasties.

He notado, a medida que investigo, que varios tacharon a este dúo de ser una mala copia, un clon bastardo de los Beastie Boys, tal como si fueran la versión A Cuenta del trío neoyorquino.

Pero, hasta el momento, discrepo. Creo que la apuesta es bastante poderosa y sobretodo, si Joey y Brae la disfrutan y pueden hacer música juntos y rendir homenaje a los grupos que te gustan y/o influencian.

Es lo que ha pasado conmigo, durante este año de ir creando y grabando nuevas canciones junto con DJ SDC, parte de mi estilo es derivado de los Beastie Boys y también son mi grupo de rap favorito, por ende, el respeto e inspiración de su música, que me permite conocer y apreciar el juego del rap.

Joey Valence & Brae ha lanzado este año un EP de seis canciones, ‘The Underground Sound’, que están llenas de esta influencia, en los beats, en las letras, en el flow, en los guiños y también, en la actitud. Algo que se agradece mucho, cuando actualmente el hip-hop está lleno de exponentes que tienen las mismas cadencias para hacer rap, letras simplistas y flows poco interesantes o más que nada, repetitivos, que aparezca un par de jóvenes en pleno 2022 con un ritmo sacado directamente de 1992 es un revival refrescante.

Enhorabuena por Joey Valence & Brae y bacán por el algoritmo de Spotify, que otorgó una buena recomendación, que quedó en mis favoritos de inmediato.

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Álbum

Awaken, My Love!

Hoy es la primera vez que me desvío de hablar específicamente de un artista y su discografía y/o significancia e importancia para mi y voy a contarles sobre un álbum específico.

El álbum del que quiero hablar es Awaken, My Love!, lanzado a finales de 2016 y que fue una verdadera sorpresa para la industria musical. Su creador: Donald Glover, conocido musicalmente como Childish Gambino.

Gambino es conocido tanto por su trabajo musical como también, por su trabajo actoral, siendo actor y creador de la serie Atlanta, que es muy recomendable. Su talento musical lo hizo conocido a través del rap, siendo uno de los varios exponentes de una nueva oleada de rap moderno, que comparte época con Tyler, The Creator, Earl Sweatshirt y otros varios.

“Awaken, My Love!” fue una sorpresa, porque no se trataba de otro trabajo en tono rap, sino, que fue un álbum que dio un giro… se acerca a acantilado, salta y se sumerge en un océano de funk, soul, R&B, rock y psicodelia, propia de los años setenta y recordando y homenajeando a Funkadelic y los Isley Brothers, Sly and the Family Stone e incluso, Jimi Hendrix. Influencias reconocidas por el productor del álbum (y quien merece una publicación individual per se) Ludwig Göransson, en una entrevista dada a Billboard.

A mi me pasa algo con la música de los 70’s. No es mi época, claro está, pero ir comprendiendo el hip-hop y sus raíces y todo lo que bebe del funk, del disco, del jazz, del rock, es que inevitablemente termino escuchando música de aquella década, necesario para poder entender cómo hacer rap: el sample, los loops de batería, los cortes de sintetizadores o líneas de bajo o guitarra, son mayoritariamente tomados de los años setenta.

Este álbum para mi es una joya de inicio a fin. Aún cuando está claro que Donald Glover pueda caer en algunas partes, notas o detalles vocales, es aquel ánimo de volver a las raíces, de reconocer y homenajear y que al mismo tiempo, traiga al presente, con toda su modernidad, aquellos sonidos de antaño, es el que se agradece en demasía. Y su falsetto, da el toque preciso a cada tema donde es utilizado.

Destaco el coro presente en “Me and Your Mama”, track que da inicio al álbum y que, durante un par de minutos, las voces nos introducen en un ambiente muy bonito sonoramente, dando paso a un sonido funk clásico y a un Childish Gambino que arroja toda la casa por la ventana, en una declaración de amor sin escrúpulos, salida del alma, de alguien que dice «que esto ya no es amor de niños» y se nota, que el amor y el funk llegan para ser gritados y manifestados.

De aquí es el conocido tema “Redbone, que también es una canción romántica, pero de la que es inevitable no introducirse en la música, más allá de la letra. El tema es redondo y una maravilla de producción, que puede apreciarse en la deconstrucción que realizó Ludwig Göransson para el portal Genius, en la que recrea cada aspecto del track. Cuando otros productores relatan más sobre las experiencias de producción y/o grabación, Göransson vuelve a tocar cada instrumento para mostrarnos cómo se realizó aquel track. En él, es difícil reconocer a Childish Gambino por el uso de falsetto en toda la canción y eso considero que es un buenísimo detalle para su potencia. Es importante notar que logró hacerse con el Grammy a la mejor presentación de R&B tradicional y casi con el de mejor álbum del año, al cual fue nominado también junto a otras categorías.

Todo el álbum recorre y se ambienta en diferentes estilos setenteros. Hay quien puede recordar a Isaac Hayes o a Marvin Gaye en algunos temas, aspecto también notorio al observar las presentaciones en vivo de Childish Gambino en esta temporada.

Los sonidos modernos se mezclan muy sutilmente con guitarras, breaks de batería precisos, un bajo muy destacable en muchos temas y también, instrumentos sutiles como el glockenspiel, un mellotron y formas de edición que homenajean correctamente el sonido anticuado que está presente en el álbum. Donald realiza verdaderos juegos vocales, al cambiar su forma de cantar acostumbrada, adquiriendo todas las características de un artista vocal de R&B, también, jugando con acentos diferentes, como un patois simulado en la canción “California”, que a pesar de su extrañeza sonora, no pierde legibilidad y resulta en un detalle que le da onda al tema de forma idónea.

Homenajear una época a veces suena a refrito o a una excusa para hacer algo con cierta seguridad. En otras, es una aventura que te lleva a descubrir y experimentar la música desde otra perspectiva. Es como pasar de hacer rap a hacer funk psicodélico, tal como hizo Childish Gambino con “Awaken, My Love!”.

En mi escucha de este álbum, desde su lanzamiento, he sido capaz de ir comprendiendo diferentes aspectos, tanto musicales como líricos, y sus respectivas influencias, que me permiten compartir estos pensamientos. Es tal como mencionaba respecto a la música de los 70’s y su importancia en el hip-hop, que no sólo me permite apreciar y conocer estos ritmos, sino también, afloran sensibilidades a medida que me dejo llevar por las melodías y ambientes.

Esa es un área que ha sido importante este último tiempo, mi sensibilidad a la música. Es la idea detrás de ella, sentir, vibrar — como modernamente indican — , es decir, que todas esas melodías, ritmos, letras y ambientes generados despierten algo en ti. En mi caso, no sólo es el headbanging inevitable en algunas canciones, sino también echar a volar la imaginación, metiéndome en el paisaje sonoro generado y viviendo la canción como si de una serie o película se tratase (por eso, mi afán de escuchar más álbumes que temas individuales) o bien, aunque despierto, dejar volar el sentido onírico e ir más allá de la realidad consciente. Hay algunas personas que pueden dar fe de esto, de que a veces, una canción me pega muy fuerte, de forma emocional o bien, que puedo oírla en loop, intentando sacar el rollo de la misma, de todas las formas posibles que ocurran en mi mente, a la par que voy separando y distinguiendo mentalmente cada instrumento.

Me pasa con Pavarotti y su versión de Santa Lucía, me pasa con Meteorites de Yann Tiersen, con Knife Prty de Deftones o la primera Gymnopédie de Erik Satie (y otras varias). Hay diversos momentos de aquellos temas que me ponen en un estado emotivo o imaginativo muy grande.

En “Awaken, My Love!” es “The Night Me and Your Mama Met”, penúltimo corte del álbum y un tema prácticamente instrumental, acompañado de un sutil pero exquisito coro que llena de susurros el tema completo y elevan la escucha, que ya es precedida por un gran final en el track anterior, permitiendo que suceda este clic emocional que menciono. Me gusta la instrumentación utilizada: una guitarra casi sonando como banjo, una guitarra eléctrica, un bajo y un diminuto y preciso glockenspiel, acompañado de las voces corales. Es que el track de verdad es una pasada. Su solo de guitarra es algo muy cercano a lo que haría Jimi Hendrix y es la cúspide del tema, que se va despidiendo con la misma calma con la que comenzó.

Sé que el título significa “la noche en que tu mamá y yo nos conocimos”, y logro entender a la perfección aquella imagen. Pero también, me permite imaginar mis propias ideas y emociones. Una de las imágenes más recurrentes es “esta es la forma de entrar al cielo que me gustaría tener”, es decir, dejarte llevar por ángeles cantando al unísono y que de pronto, haya un solo guitarrero y funk, para mí, sería apoteósico, la verdad. No sé qué pensará Dios al respecto, pero me gustaría considerase aquella idea, de ser posible.

“Awaken, My Love!” fue un suceso que trajo de regreso (aún más) este revival por la música de los setentas, fue aplaudido por la cultura afroamericana, que también se vio representada (mención especial para el arte del álbum) y motivada por el trabajo de Glover, a la vez que le dio a él, una popularidad tal, que cuando posteriormente sacó el single “This is America” nadie pudo decir que no escuchó aquel tema y que no tenía una opinión al respecto del mismo y su videoclip respectivo, todo because the Internet.

Así que si vienes del funk, si vienes del rock psicodélico gringo de los setentas o sientes curiosidad por cómo se puede producir un tema de ese sonido en estos tiempos postmodernos, pues debes darle una oída a “Awaken, My Love!”. 49 minutos que seguro algo provocarán en ti. No tengo pruebas, pero tampoco dudas, como reza un conocido meme.

A veces, mirar al pasado es una buena idea para inspirarse en lo musical, en especial, cuando se pueden rescatar sonidos e ideas para mezclarlas con actualidad.

Childish Gambino, recomendado.

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Thundercat

Descubrir a este artista ha sido una de las experiencias random de estos últimos años.

Muchas veces, me recomiendan músicos o grupos, otras veces, algún featuring me llama la atención o similar. Pocas veces, la verdad, llego a conocer y seguir artistas en base a listas de reproducción, búsqueda o algo por el estilo…

…Pero así fue con Stephen Burner, Thundercat.

Fue a finales de 2016, ya sabíamos que Gorillaz vendría a Chile el siguiente año y junto a mis hermanos, teníamos la idea de ir al concierto (objetivo que se logró con creces), entonces, comencé a repasar parte de su discografía y oír nuevos ruidos relacionados, gracias a Spotify.

Allí suelo seguir algunas playlists, más que nada, para salir de la rutina de escuchar álbumes y así también, dejarme sorprender por las recomendaciones y añadidos que suele realizar el algoritmo del sistema, en base a mis gustos, y ya que estaba en la onda de Gorillaz, cada integrante de la banda virtual tenía (tiene aún) una lista personalizada, basada en canciones que el integrante escucha o recomienda, actualizada periódicamente. Me aventuré a seguir la lista de Russel Hobbs, el baterista, ya que según su biografía, siempre ha sido cercano al hip-hop y por ahí, siempre me van a encontrar, jajaja.

La verdad, no recuerdo nada de esa playlist, aparte de un sólo tema: Them Changes. Una canción brutal, en el sentido sonoro. Caí atrapado en sus líneas de bajo superpuestas, que suenan genial y es una canción que tiene un groove muy especial. Demás está mencionar que ese tema lo agregué de inmediato a mis favoritos y tuve que saber quién estaba detrás de tan buen ritmo.

Y fue interesante descubrir que Thundercat es un bajista que tiene un estilo muy particular, sorprende igual, que a pesar de su sonido R&B progresivo y moderno, que demuestra que tiene experiencia en el jazz, fue parte del grupo de trash punk Suicidal Tendencies y la verdad, al oír algunas canciones de la banda y otras de él como solista, me cuesta hacer la conexión de que se trata del mismo artista detrás del bajo. Ese detalle, es maravilloso, poder cambiar de estilos y ser un profesional del instrumento al que te dedicas, lo encuentro genial, todo eso demuestra el virtuosismo de Thundercat, que también actúa como músico de sesión, compartiendo créditos en varios temas de otros artistas. Me hizo dar cuenta de que muchos menosprecian el bajo, como un instrumento aburrido o poco interesante, pero al escuchar a Stephen Burner, te das cuenta de lo errado que es aquel pensamiento.

¿Qué pasa cuando pones en una licuadora penas de amor y soledad, el “friendzoneo”, el amor a los videojuegos, Dragon Ball y a Japón, con una pizca de rythm and blues y psicodelia? Pues, esa mezcla es Thundercat.

Es cercano a Flying Lotus, un contemporáneo que tiene un estilo de producción muy llamativo y también a Kendrick Lamar, EL (así, con mayúsculas) rapero de este tiempo.

Thundercat es un tipo muy peculiar, tanto por su música, como por su apariencia. Es decir, Stephen se distingue por sobre el resto, ya que siempre viste de forma llamativa y utiliza accesorios que no esperas ver en un artista de R&B contemporáneo. ¿Haz visto cómo se viste Erykah Badu? pues Thundercat es su versión masculina, jajaja.

Menciono aquello a modo de dato interesante, ya que me gusta su estilo, le da un toque único que complementa correctamente su música, sus melodías y sus letras, es decir, escuchas sus canciones y luego ves una fotografía de él y te hace todo el sentido del mundo.

Y es que escuchar a Thundercat es un viaje. Un viaje entretenido, con anécdotas tontas, gatos, gaming y experiencias personales, que hacen de su escucha un deleite entre sus letras y los ritmos que ejecuta.

El primer álbum que escuché de principio a fin fue Drunk, de 2017, ahí estaba Them Changes. Es un álbum divertido, que muestra a un Thundercat cayendo en el agujero de Alicia en el País de las Maravillas y muestra aspectos de su vida con los que algunos podrán identificarse, preguntas a veces casi existenciales e historias con paisajes distantes como una pista de baile, el café Gundam de Tokio o un momento de desvelo a las tres de la madrugada.

Them Changes es sólo una pieza del rompecabezas de Drunk. Una canción sobre un corazón roto, que es increíble en su ejecución musical y que cuenta con un vídeo clip muy llamativo, con samuráis luchando. A veces, las cosas que hace Thundercat pueden parecer no tener sentido, pero son odas a muchos aspectos de su vida diaria, pensamientos, ideas, desilusiones, reflexiones y temores. Es destacable mencionar, que aunque la imagen que pueda percibirse de Thundercat como artista es llamativa, por decir lo menos, estamos frente a un ganador del Grammy al mejor álbum de R&B Progresivo de 2021.

Su último álbum It is what it is, (motivo del Grammy) es también una joya, aún más reflexiva que Drunk, ya que nos presenta a un Stephen despierto e inseguro, que medita sobre la muerte de algunos amigos cercanos y la vida, sin dejar de lado su sonido característico y sus ritmos hipnotizantes y estilosos, a los cuales es inevitable no moverse a la par de las melodías, aunque parte de sus letras involucren rupturas o una oda dedicada a su gato, que por cierto, Thundercat es fan de su mascota, llamada Tron, aunque su nombre completo es Turbo Tron Over 9000 Baby Jesus Sally. Peculiar, ¿no? como dicen, las mascotas tienden a ser reflejo de sus amos, así, no esperaría menos de Thundercat y Turbo Tron.

Recomendación, pues Them Changes, obviamente. Esta publicación se basa netamente en recordar aquella canción y su significado para mí. Pero aparte, es maravilloso escuchar a Thundercat en Show you the way, una canción fantástica que cuenta con los veteranos Kenny Logins y Michael McDonald, ambos, inspiración directa para Stephen. También, la que puede ser la mejor canción dedicada a un gato: A fan’s mail (Tron song suite II) y también, destaco Friend Zone, una canción con una temática muy actual (y nerd) y Dragonball Durag, una “tonta” canción romántica y algo ñoña.

La verdad, toda su discografía es totalmente recomendable y sin lugar a dudas, te hará pasar un buen momento y te garantizo que tus pies o tu cabeza se moverán al ritmo en varias ocasiones.

Vale la pena dejarse llevar por las cuerdas del bajo de Thundercat y sus melodías, de verdad.

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Burial

Quienes me conocen saben que soy de gustos musicales muy eclécticos, a veces raros y dispares.

Uno de ellos, el dubstep. Lo sé, es muy 2012. Pero aún así, con la cercanía rítmica con el hip-hop que posee es innegable que no llegase a disfrutarlo. Considerando igualmente que Gran Bretaña es un mundo aparte, cultural y musicalmente hablando, allá el hip-hop se desarrolló de una forma diferente a como ocurrió en Estados Unidos, con bastante énfasis en ritmos jamaiquinos como el dub y la preponderancia de los bajos, sonidos que permearon a través de muchos estilos ingleses, como el UK grime, el trip-hop, garage, etc.

Quizás, el factor de ser una isla sea un gran detalle, junto a la riqueza cultural que posee el Reino Unido, que produce unos ritmos diferentes, a veces, más enfocados en el ambiente que genera la música, en vez de su contenido lírico.

¿Pero qué tiene que ver con Burial? para allá voy. Sin estos precedentes, no podría hablar de él.

Como indiqué al empezar, es muy 2012, yo venía de escuchar constantemente Massive Attack y Tricky, trip-hop del bueno y me gustaba el estilo sombrío y alejado del sonido rap, siendo más cercanos a una mezcla de música ambiente extraña y electrónica salida de algún club underground.

Y llego a escuchar una canción, gracias a esos momentos de YouTube donde haces clic en una miniatura, sin mucha curiosidad de por medio, dispuesto a oír lo que venga. Distant Lights era el track, según la descripción era dubstep, pero me recordaba más a Massive Attack que a Skrillex, por así decir y me cautivó. El track representa totalmente su título, luces distantes, fue como caminar en la mitad de la noche en una ciudad aleatoria, sólo iluminado por las luminarias callejeras y semáforos intercambiando sus colores, sin vehículo alguno que se aproximase.

Me llevó a un agujero profundo, cayendo en céntricas veredas del sur de Londres… tenía que escuchar más. Ahí me enteré que su carrera empezó allá por 2002, enviándole CD grabados con sus temas a Kode9, un conocido productor electrónico, hasta que lanzó su álbum homónimo en 2006, donde aparecía aquel track. Aunque el boom de reconocimiento para Burial vendría un año después, con su sofomoro larga duración, Untrue, quizás, su obra maestra.

¿Pero quién es Burial? alguien que estaba alcanzando notoriedad internacional, cayendo en boca de productores y artistas como 3D de Massive Attack, Aphex Twin, Thom Yorke y otros, era un completo desconocido, del cuál sólo se sabía el pseudónimo y las canciones publicadas en Hyperdub.

¿Quién era este tipo que podía crear ambientes electrónicos fabricados con cemento, lluvia y una neblina típicamente londinense? Donde los beats ya no te llevan a mover la cabeza, sino a quedarte pasmado pensando ¿dónde estoy?… ese es Burial.

Luego de Untrue, procede a una prolífica y constante publicación y experimentación, a veces, alejándose de aquel sonido que lo caracterizó en sus dos álbumes iniciales y optando por lanzar EPs y singles, muchos de los cuales no sólo crecían en experimentos y sonoridad, sino también, en duración, donde fácilmente pueden encontrarse tracks que duran seis, nueve o doce minutos.

Muchos pensaron que el sonido de Burial no podía ser de un londinense anónimo, sino de alguien con experiencia y renombre, inventando una personalidad que le permitiese trabajar de forma secreta, idea que podría ser muy válida, muchos pensaron e incluso, hicieron campaña para “descubrir” la verdad y confirmar que Four Tet (Kieran Hebden) era quién estaba detrás del alias Burial. Pero no fue así, una sencilla publicación en MySpace (¡vaya tiempos!) bastó para acabar con el misterio: Una pequeña fotografía selfie de un rostro dentro de un automóvil, acompañado del texto “soy una persona discreta y sólo quiero hacer algunas canciones, nada más. Mi nombre es Will Bevan, soy del sur de Londres”.

William Bevan, prácticamente la misma cara ilustrada en la portada del álbum Untrue. Un londinense con un amor por la música electrónica, que con su sencilla, pero decisiva forma de crear música, pilló por sorpresa al mundo electrónico, al dubstep. Tal como Steve Jobs al vender un producto, nadie sabía que Burial era lo que necesitaba la música derivada de la mezcla de estilos bretona.

Menciono que su forma de producir es sencilla y decisiva, porque incluso en aquel detalle es peculiar, sus primeras producciones (o quizás todas, aún) respondían al trabajo desarrollado en un computador personal, con un software añejo como SoundForge, que a diferencia de las grandes estaciones de audio digital como Ableton, no tenía librerías o plugins de sintetizadores, máquinas ecualizadoras o cámaras de sonido, etc. El trabajo de Burial es artesanía musical, usar samples variados de electrónica, detalles vocales sacados del R&B, beats y efectos, adáptandolos, transformándolos, cortando partes por aquí y por allá, añadiendo ruido, suciedad, ecos y ambientes urbanos, una suma de elementos que entrega un sonido y ambientación únicas, la verdad, tal como puede apreciarse en este vídeo de Tracklib.

¿Recomendación? vaya, creo que diría toda su discografía. Pero sí puedo destacar el álbum Untrue, que es su obra máxima. También su recopilatorio Tunes 2011–2019, un extenso álbum de canciones lanzadas durante los años señalados, que muestran la evolución en el sonido y propuesta de Burial.

Interesante es también dar atención a sus colaboraciones con Four TetMassive AttackKode9 y Thom Yorke.

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Erlend Øye

Anteriormente mencioné un momento en que comencé un camino de descubrimiento musical allá por 2007, ¡y vaya que es cierto!. Aquel camino me permite escribir y compartir estas pequeñas publicaciones.

Hoy es el turno de un artista que es muy especial, lo sé, es cliché decir eso, pero ciertamente, Erlend Øye es un artista especial o peculiar, si lo deseas nombrar así.

Su música llegó a mis oídos también en ese bendito año 2007, gracias a Laura (sí, otra vez, se convertirá en referencia constante por aquí), y todo porque ella llegó a oírlo, no recuerdo cómo. Lo que sí recuerdo es el dúo del que forma parte: Kings of Convenience, que si bien, merecerían una publicación individual, por ahora es importante mencionarlos, ya que es la piedra fundamental, en mi opinión, de lo que Erlend Øye es como músico.

Kings of Convenience es un dúo noruego de folk-pop e indie-folk, con bonitos toques de bossa-nova, soft rock y una onda guitarrera y calmada que recuerda a Simon & Garfunkel, pero sin los problemas de personalidad entre ambos. La segunda parte del dúo es Eirik Gamblek Bøe, un tipo muy reservado, si a Erlend lo puedes considerar reservado, pues Eirik es como el triple. Y tocan juntos desde 1999.

Con este dúo lograron notoriedad, no sólo en su natal Bergen, en Noruega, sino que internacionalmente, sobretodo Europa y cuenta con una gran fanaticada en México y Latinoamérica.

Pero Erlend es un músico inquieto, dentro de su apariencia y personalidad tranquila. Luego de editar su primer álbum de Kings of Convenience, posteriormente también editan un álbum de remixes, titulado Versus, con colaboraciones de artistas como Röyksopp y Four Tet, ambos siendo conocidos artistas del género electrónico… y así es como llegamos a otra faceta de Erlend Øye: ser DJ y músico electrónico.

En 2003 lanza su primer álbum solista, Unrest, un buen álbum de electrónica e indie pop, que tiene la particularidad de haber sido producido alrededor del mundo, en lugares tan distantes como New York, Roma, Helsinki o Barcelona. Un LP singular, que permite a Erlend poner un elemento diferenciador a la música electrónica, gracias a su voz y melodías. Siguiendo en esta línea, en 2004 colabora con el Studio !K7, los creadores del gigantesco compilatorio DJ-Kicks, donde vemos su faceta de DJ, mezclando variados estilos en un larga duración que contó con buena recepción por parte de portales especializados como Pitchfork o AllMusic. En su compilado, vemos mezclados de forma original artistas como los franceses Phoenix, el maravilloso Cornelius o el minimalista Ricardo Villalobos, de nacionalidad chileno-alemán.

Un músico inquieto, sensible y cercano. Que puede representar por sí mismo el eclecticismo musical, desde Bergen, pasando por Santiago, llegando a México y a Siracusa. No importa dónde se encuentre Erlend Øye, siempre lo encontrarás con algún instrumento, creando melodías.

Pero las fiestas y las presentaciones en clubes o festivales no son suficientes para un creativo musical y luego de estas experiencias notables, vuelve a editar un álbum junto a Eirik, como Kings of Convenience, el maravilloso Riot on an Empty Street, que a pesar de su título, es una producción que puedes disfrutar de forma encantadora, al calor de una taza de café y un libro o un momento íntimo con amistades, en lo que prima un ambiente sencillo, alejado de los ruidos callejeros (quizás, por ahí hay un juego de palabras con el título del álbum). Este álbum destaca por añadir más instrumentación a las composiciones y contar con la voz de Feist en dos temas, sin duda, dando un toque preciso a su colaboración en el sonido que construyen Erlend y Eirik.

El escándalo de la calle vacía lo lleva nuevamente a prender la chispa de la fiesta, del beat, del sonido electrónico, pero ya no como aquel ecléctico DJ, sino quizás dando respuesta a la pregunta de ¿cómo hacer música electrónica sin electrónica? pues, llamando a un par de amigos y formando una banda de aquel estilo musical, pero en base a instrumentos normales: batería, bajo, guitarras, etc. ¿El resultado?: The Whitest Boy Alive, coloquialmente conocidos como “Los Whitest”, un éxito sonoro.

¿Pero dónde está Erlend Øye en el mundo? Tal como su primer álbum individual, Erlend pasa gran parte de su vida en diferentes lugares, Alemania, Gran Bretaña, México, Italia y Chile.

¿Chile? pues si. de hecho, tiene una historia ligada a Chile que hace que Erlend Øye pase agradables jornadas en Santiago, Valparaíso o recorriendo lugares específicos a lo largo del país, sea conociéndolos de forma turística, cómo dando presentaciones. Así fue como tuve la oportunidad de verlo en vivo en Frutillar, al sur del país, en una presentación intimista y cercana, junto con su banda de apoyo, La Comitiva, formada principalmente por jóvenes sicilianos… Italia es otro país que prácticamente debería darle la nacionalidad a Erlend, así como Chile, en Italia encontró un hogar, que lo rodea de melodías, del clima mediterráneo y la compañía de amistades que le permitieron enamorarse de la música italiana de los 60’s, al punto de que ha lanzado un par de singles en aquel precioso idioma.

Un hombre sensible, un tipo simpático, reservado y con un oído privilegiado, que ha sabido embeberse de los ambientes, vivencias, climas e influencias, tanto musicales como individuales, de muchas personas, muchos artistas y muchos estilos, que le permiten ser un artista ecléctico y con quien sería agradable compartir un buen café a la orilla de una playa o en un rincón céntrico, disfrutando la ora dorada del atardecer.

A pesar de todo lo mencionado, recomiendo algunas canciones puntuales: La Prima Estate (de 2013, en el vídeo), Lockdown Blues (de 2021 y grabado durante la cuarentena COVID-19, que lo encontró en México), Know How (como Kings of Convenience, de 2004) y Burning (como The Whitest Boy Alive. de 2006).

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MC Guerrero

No todo se trata siempre de músicos extranjeros o nacionales con amplia trayectoria y discografía, también poseo álbumes de artistas más pequeños (aunque no lo sean), pero que han logrado mucha notoriedad gracias a la amplitud de Spotify, YouTube y todas las plataformas disponibles actualmente.

Y como buen adherente del hip-hop, obviamente hay MC’s y grupos de los que creo, humildemente, puedo dar una opinión y/o recomendación.

Ciro Concha, o mejor dicho, MC Guerrero, un joven de Concepción, con trece años de experiencia detrás del micrófono (al momento de escribir esto), es un rapero dedicado a entregar un mensaje diferente dentro del mundo hip-hop.

Abanderado por el hip-hop cristiano, presenta una propuesta bien aterrizada para tratar la música con contenido espiritual, trae un sonido fresco, moderno y centrado, que no deja de lado el rap, utilizando correctamente estilos modernos como el trap, sin perder la esencia misma del elemento del hip-hop.

MC Guerrero es la representación de una mezcla poco común actualmente: Experiencia en el lápiz, en los audífonos, en la biblia y en la vida.

Con un álbum y un EP producidos hasta la fecha y algunos singles y colaboraciones, MC Guerrero ocupa un lugar especial, no sólo por poder compartir en conjunto, sino porque verdaderamente aprecio el sonido que genera, fiel al hip-hop, sonido noventero, rap sampleado, toques puntuales de R&B, funk y música urbana actual, complementa muy bien sus letras, creando una propuesta firme y que puede ser de agradable escucha para raperos novatos, experimentados, afines o no a la cristiandad, también, para oídos que no gozan del rap, MC Guerrero es una buena opción para darle una oportunidad y oír lo que Ciro tiene que decir, que por sobretodo es un mensaje positivo, que puede ser muy necesario en tiempos complicados como los actuales. Siempre una palabra de aliento será reconfortante y si ésta proviene en formato rap, mucho mejor aún.

Sé que cuando se habla de rap cristiano se genera un estigma inmediato, que involucra pensar que el contenido es muy espiritual, muy de alabanza o adoración, con un lenguaje muy similar al de la biblia o con una jerga propia del mundo cristiano, pero con MC Guerrero, como parte de una escuela de hip-hop más moderno, podemos encontrarnos con un MC que verdaderamente entiende el juego del rap y de la fe que profesa, sin caer en aquellos estigmas mencionados. Ciro crea un rap cristiano inteligente, con un sonido clásico y a la vez, propio. Se puede apreciar su experiencia en el rap, su temática actualizada y que también es espiritualmente correcta, que tampoco manifiesta temor al tratar temáticas o verdades que escandalicen a algunos.

Punto aparte y a modo personal, agradezco tener a Ciro como amigo y poder compartir sus habilidades en una canción en conjunto que estamos cocinando a fuego lento.

Su álbum, All We Need Is God, puedes encontrarlo en Spotify. Y si eres afortunado, encontrar o solicitar una copia en CD. Si es por destacar una canción, me quedo con Locos, canción de Ciro junto a la Tres 16 Family, lo recomiendo porque tiene un ritmo underground, casi hecho para el breakdance y con un sample de Cannibal Ox en su instrumental.

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Aesop Rock

Desde 2006, comencé a consumir y a ordenar mi audioteca, entre iTunes y Winamp, dejando un pequeño disco duro dispuesto para recibir aquellos archivos AAC y MP3, todo ordenado en carpetas: artistas, álbumes, fechas, etc. En esos tiempos, abrí mis oídos a otros ritmos, saliendo de mi zona de confort rapera.

Todo esto, gracias a Laura, mi mejor amiga. Abrió mi tercer oído a la música francesa, folk-pop, reggae, algo de R&B y sobretodo, Yann Tiersen, más allá del soundtrack de Amélie Poulain. Este camino de descubrimiento (sí, de verdad fue así) me llevó y motivó a avanzar por senderos varios, caminos conocidos, otros nuevos y desconocidos, que cruzaban el mundo, llegando a White Plains en New York, Japón, Francia, Alemania, Suecia, Noruega, Argentina, en fin…

Al encontrar a DJ Krush, y toda su excelencia, llegué a Aesop Rock. Nativo de Portland, USA, y moviéndose en el ambiente hip-hop de New York, fue uno de los mejores descubrimientos de aquel tiempo.

Nunca había oído rimas de esa forma. Nunca había escuchado a un rapero rimar de esa forma. Quiero decir, nunca, de verdad, fue como el meme: mucho texto. No me cuadraba cómo podía decir tantas palabras, de forma tan clara en tres minutos y medio de canción.

Y ese es el caballo de batalla de Aesop Rock, canciones densas, muchas referencias a la cultura pop, al cine, rimas escritas como si las hubiese pasado por una licuadora, pero de la cual cuyo resultado es coherente y lleno de palabras, anécdotas, metáforas y claves que junto a un sonido propio, hacen de Aesop uno de los mejores — y más curiosos — raperos de la actualidad.

Y eso, no es sólo una opinión personal. Es un hecho. Según un estudio escrito por Matt Daniels y publicado por The Pudding, Aesop Rock es el rapero que posee la mayor cantidad de vocabulario en su discografía, de forma literal. A modo ejemplar, es como si Aesop fuese El Quijote de Cervantes: muchas palabras, a veces extrañas, pero todas coherentes, complejo y abstracto.

Anécdotas, referencias culturales, un lenguaje muy amplio, rimas densas, complejas y muchas veces abstractas, todo esto con una entonación precisa y clara, permiten que Aesop Rock sea el artista con mayor vocabulario en el entorno del hip-hop.

Quizás no destaque en su nivel de escritura en una capacidad poética como lo hace Nas o no sea tan nerd como lo puede ser a veces Logic, pero Aesop tiene su podio bien ganado. No es cosa de rimar rápido (para eso tienes el Rap God de Eminem), sino de expresar claramente tus ideas, por muy metafóricas que estas sean. Y formar un estilo personalizado, que permita encajar lo que está en su cabeza, de forma precisa y adecuada para con el beat instrumental, del cual muchas veces el mismo Aesop se ha encargado de producir, ya que cuenta con experiencia en la creación de beats.

Recuerdo que una vez oí a Tyler Joseph, vocalista de Twenty One Pilots, en un vídeo, decir que (parafraseando) “rapeo mis canciones, no porque sea fan del rap, sino porque no sé como cantar todo lo que tengo que decir”. Con Aesop Rock esta máxima podría ser similar, con la diferencia de que él sí sabe como armar el rompecabezas lírico que presenta en sus canciones.

Las temáticas son variadas, como mencioné con anterioridad, junto a ellas, hay canciones sobre la vida en la ciudad de New York, la del trabajador y su rutina diaria, sobre las artes gráficas, skate, sobre la vida y su significado, avance del tiempo y las cosas que crean importancia en nuestra vida. Referencias variadas al cine, a comida chatarra, playas tontamente utópicas donde puedes bailar breakdance, gatos, ranas o al estilo de vida americano. En resumidas, si quieres escuchar a un rapero variado, Aesop Rock cumple con creces.

En lo personal, me gusta mucho y me motiva cada vez que lo escucho, hay veces que unas mismas rimas suenan distintas cada vez que las vuelvo a oír. Es la magia de escribir buenas canciones.

Destaco el álbum EP Appleseed, recientemente reeditado en vinilo, porque fue el primer material que escuché de Aesop Rock luego de descubrirlo en una colaboración con DJ Krush (Kill Switch, del álbum Jaku de 2004) simplemente escuchar los segundos iniciales del tema introductorio de aquel EP manifiestan una forma diferente de hacer hip-hop.

Igualmente, recomiendo el álbum Labor Days y su contraparte Daylight. Del primero, escucha el track No rEgrets, que trata de tres etapas en la vida de una niña retraída y ensimismada en sus dibujos, con un crudo mensaje al final. Más actual, sus álbumes None Shall Pass, Skelethon o alguno de sus álbumes colaborativos, donde ha desarrollado a otro nivel su capacidad lírica, a veces con toques muy graciosos: Hail Mary Mallon, junto a Rob Sonic y DJ Big Wiz o Garbology, su último lanzamiento, junto a Blockhead, de 2021.

PD: Estudió artes visuales en la Universidad de Boston, y esta faceta/profesión es notable a través del arte de varios de sus álbumes, así como en la estética de sus vídeos musicales y otras facetas que ha logrado proyectar, como por ejemplo, un juego para smartphones, llamado Long Legged Larry (Larry Piernas Largas), basado en un personaje protagonista de una canción y con un diseño creado íntegramente por él.

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Portishead

Si hay un grupo que se toma sus presentaciones y producciones con mesura y con tiempo, ese es sin duda alguna, Portishead.

Nativos del puerto homónimo en Gran Bretaña, son un grupo de trip hop totalmente diferente. Su trabajo y propuesta está mucho más cercana al soul y al krautrock que al hip-hop y al ambient, como es el caso de Massive Attack, aún cuando ambos comparten raíces en común.

Con una carrera de 31 años, no necesitan de singles y presentaciones en demasía, basta con tres álbumes y un directo. Es que todo lo que hace el trío que forman Geoff Barrow, Beth Gibbons y Adrian Utley está hecho con detalle, la artesanía de Portishead queda totalmente reflejada en el sonido que manifiesta: samples de soul, ritmos percusivos hipnotizantes y melodías enigmáticas, que te llevan a imaginar una película noir en blanco y negro o un filme de autor independiente y nostálgico. Incluso, añaden el onírico sonido del theremin en algunos de sus temas, instrumento que por sí mismo genera una ambientación especial, donde quiera que se haga presente.

Samples, ritmos y melodías que bien podrían formar parte de la banda sonora de un filme noir, con luces azules, enigmático, nostálgico y a veces, onírico, eso es Portishead.

Destaco a Beth Gibbons, que tiene la particularidad de cambiar su tono de voz en algunas canciones, logrando sonar como una cantante de jazz a través de una antiquísima radio a tubos. Sus característicos susurros y tarareos, a veces, a la par del theremin antes mencionado, enriquecen el ambiente que Geoff Barrow genera por medio de sus selectos samples, ritmos y melodías, encontrando en Adrian Utley un apoyo importante para con estas últimas.

Geoff Barrow es mención aparte, multi-instumentalista, DJ, compositor y productor, su forma de realizar scratches y utilizar un vinilo como instrumento es excepcionalmente notoria. Si muchos temas de Portishead suenan añejos, no es sólo por la elección de samples, sino por el tratamiento que otorga a los vinilos que utiliza: se sabe que los desgasta adrede, rayándolos, ensuciándolos, dicen que hasta lanzándolos al suelo, todo con tal de generar diferencias en el sonido que, al contrario de lo que se pueda pensar, enriquecen el sonido y lo hacen único.

Siempre con rumores de alguna nueva producción, lo último ha sido una breve aparición en un concierto benéfico, realizado en Bristol, Reino Unido, el 2 de mayo pasado. A pesar de los años desde su último álbum de estudio (Third, de 2008), nada ha cambiado, Portishead es como el vino.

PD: Su álbum en directo, Roseland NYC Live, editado en 1998, es un sesión que debe ser escuchada y disfrutada. La banda comparte su música junto a la Filarmónica de New York, con arreglos y ambiente especiales que enriquecen incomparablemente el sonido característico de Portishead. Puedes verlo aquí.

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DJ Krush

Aprovechando que cumple 30 años de trayectoria, les comparto una presentación de DJ Krush intima y sencilla donde puede apreciarse toda su técnica, habilidad y capacidad de diseño sonoro logrado con aquello en lo que posee maestría: la tornamesa y el vinilo.

No es un sólo un DJ que mezcla canciones, DJ Krush genera ambientes sonoros, espacios que condensan samples de batería, efectos variados de sonido, melodías sencillas, folklore y sonidos naturales, creando verdaderas obras sonoras. Si se trata de extraer estilos, el jazz y el soul siempre están presentes, junto con un correcto uso de la música electrónica. Su maestría le permite prácticamente ser un estilo musical por sí mismo, más cercano al trip-hop y al ambient, llamado hip hop abstracto.

DJ Krush junto con DJ Shadow, redefinen al clásico DJ de hip-hop y lo convierten en un músico solista digno de ser estudiado y enseñado.

Casi una hora de presentación que puede ser disfrutada mientras trabajas, mientras te relajas o incluso, mientras meditas, ya que la sonoridad que logra DJ Krush es suficiente para acompañar tus pensamientos, en un momento de paz o de introspección, esto gracias a la innegable herencia nipona que embebe toda la obra musical de Ishi Hideaki, su nombre real, quien como digno japonés, rinde tributo a su cultura, por medio de la música, utilizando incluso el silencio y la quietud como instrumentos.

Fun fact: fue un miembro en su juventud de la Yakuza.

PD: recomiendo su álbum Jaku de 2004, Krush de 1994, Zen de 2001, Kakusei de 1999 y el mixtape OuMuPo 6 de 2006. Y cualquier canción en conjunto con Tha BOSS, un MC japonés maravilloso, con letras que derrochan poesía, también, uno de sus más conocidos temas: Kemuri, proveniente de su primer álbum, esa armonía de vientos y efectos que posee son un verdadero viaje sonoro.