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Cáscaras

Hace unos años le dí un par de vueltas a la definición de rapero (o hiphopero). A raíz de un caso particular, en base a eso, anoté esta reflexión.

Me da lata que se simplifique ser hiphopero como “a ver, dibuja mi nombre en graffiti” o más típico ahora, “tírate una improvisación, yei-yei” o “¿te doy una palabra y te mandai’ un rap?”.

Soy de los que entiende la cultura y la defiende.

Luego de tantos años en esto, sin necesidad de ser conocido, un MC que escriba o grabe mucho o un Writer que haga varios graffitis (años que no tomo una lata y hago un tag siquiera), aún así, he llegado a aprender, a entender más del hip-hop, más allá de la moda, más allá del gusto o la novedad por un ritmo o estilo artístico. Quizás, es la edad y el ir madurando pensamientos, que también he madurado respecto al hip-hop como cultura.

Soy de los que se considera purista en esto. Aún cuando puede ser un término errado o amplio al mismo tiempo.

En relación a la actualidad y enfocado más en el rap, he visto las dos caras: la de personas que se introducen en el hip-hop (sea cual sea el elemento escogido) por curiosidad o afán y los que entran porque de verdad sienten y piensan que hay algo aquí que los identifica.

Como indiqué, he visto las dos caras, y en este caso, de alguien que llega por curiosidad más que nada. Hacer rap no es algo sencillo, pero se puede empezar de la nada, dándole fuerzas al ánimo y las ganas. Muchos me han dicho que no tienen pistas, ni quien los produzca para empezar a hacer rap. Yo les he contestado: no los necesitas, para nada. ¿Quieres hacer rap?, pues coge un lápiz y un cuaderno o tu celular y escribe. ¿No tienes pistas? no las necesitas: tienes el beatbox. Y sin beatbox, acapella igual se puede. Y aún así, si insistes en depender de un track instrumental, estamos en plena década del 2020, puedes buscar en YouTube instrumentales y te aparecerán miles de resultados, tendrás para elegir. ¿Pero qué te dicen? Necesito una instrumental propia para escribir mi propio tema. Mi reacción es como ¿disculpa? nunca has escrito un rap y ¿de una quieres que te hagan una instrumental?. ¿Te gusta un tema de Tupac? pues usa esa instrumental para escribir. Luego, cuando te sientas satisfecho con tu letra, puedes buscar una instrumental más acorde a tu propio estilo, pero no necesitas que te produzcan de inmediato para aprender.

Personalmente, junto con mi hermano Enzo empezamos sólo con beatbox, ensayando algunos temas de Vico C (queríamos hacer algo en nuestra iglesia) y nuestras primeras líricas al mismo tiempo, desglosando lo que íbamos oyendo de cassettes y aprendiendo de rimas, fórmulas y demás detalles. Si queríamos algún beat, bastaba con el beat automático disponible en algunos teclados (algo así como lo hizo Planta Carnívora, jajaja). Las pistas llegaron como a los dos años después, así que tuvimos un inicio bien pobre. Pero con todas las ganas. Y eso se notó. Dentro de esos dos años, compartimos con otros hermanos de ciudades cercanas a la nuestra, rap de plaza, de calle, una radio sonando algunos CD’s y cassettes y haciendo improvisaciones al son del beatbox. Improvisaciones puras, nada de batallas, porque todos íbamos aprendiendo, no había necesidad de “juzgar o ser mejor que los otros”.

Ahora, el problema es que los chicos que quieren adentrarse en el rap, actualmente, quieren de una ser como los exponentes que oyen. Quieren inmediatez, hablar de vivir la vida nigga de una. Pero ni saben de dónde siquiera viene la palabra nigga (alguno dirá que incluso sea de un meme), ¿y qué sucede? pues, que llegan a ver un vídeo de Tupac o de Easy-E y alucinan al máximo. Ven uno de Drake o Post Malone y creen que hip-hop es sinónimo de ropa cara, de marca, de tatuajes ridículos en la cara y cadenas de oro por montones, de una parada típica y de mujeres nalgonas. Cuando la verdad, sólo era un vídeoclip y la ropa es una publicidad, tal como automóviles de Fórmula Uno tapados en logos o jugadores de fútbol haciendo publicidad de perfumes o ropa interior. ¿Y las mujeres? pues, todas modelos, nada de niñas que andan con el rapper, listas para entrar en acción o groupies. No, sólo simples modelos o bailarinas.

A mi me da un poco de pena y también lata todo eso, que quieran la ropa, que quieran las cadenas, la apariencia, para ser un artista de rap. Es empezar al revés, de afuera hacia adentro. El rap no es marca ni ropa, todo eso es un agregado, un detalle superficial, una cáscara. La letra, la lírica, el flow, es lo que te define como rapero. ¿Quieres escuchar rap? pregunté, pues anda a la plaza Teodoro Schmidt, cuando se juntan a hacer freestyle, a las batallas. Ahí tienes rap. Ahí puedes vivirlo. Por eso admiro a un grupo de chicos de la ciudad de Cunco, que sí la tienen clara. Los conocí haciendo freestyle en las céntricas calles de Temuco y desde ahí hay un lazo. Son raperos reales. Real MC’s. Se notó de inmediato. Pero esa es otra historia.

Pero ¿qué pasa? pasa que quieren ser como los llamados soundcloud rappers, locos que hacen sus temas y los suben a las plataformas y los difunden y tienen la suerte de hacerse conocidos e incluso virales. ¿Calidad? bastante despreciable la verdad. Pero se hacen moda, al igual que su imagen, porque antes que raperos o MC’s, parecen carteles publicitarios andantes. Como una alegoría de cualquier moda estética y superficial, más que un rapero que se debe a sus temas, visión del mundo/vida y habilidades.

Estos mismos raperos viven tan a costa de su apariencia adquirida (por el like, el following, el hashtag, las visualizaciones, etc.) que sus temas al final terminan siendo monotemáticos y muy, pero muy redundantes e incluso sin sentido. ¿Contenido? muy pobre, ya que destacan las marcas, la ropa, los accesorios, colores y demases detalles. Su letra se basa en su apariencia, y viceversa. Es el problema con el rap moderno, el mumble-rap, el murmullo, de raperos que cantan apenas, balbucean y repiten frases. Su fundamento es: superficialidad.

Y en el trap, casi lo mismo. Sólo he visto contenido en sus letras del tipo gangsta y egotrip, incluso emo, sobre una instrumental de tipo ya característico. Pero acá lo hacen notar como un estilo musical (y casi cultural) totalmente nuevo y distinto. Y la verdad es que no. Existe hace rato. Es sólo una variante del rap, como el hardcore, el g-funk o el southern. Es… rap. Los únicos traperos de verdad son los Traperos de Emaús. Sépanlo.

Smosh lo representó de una forma hilarantemente realista:

Más aún, es triste que, como quieren inmediatez, en vez de aprender, no piensan nada mejor que hacer covers, perdón, remixes de canciones originales de otros que ya tienen algo de tribuna. Según ellos, poniendo “su visión personal” en el track original, una forma de adaptación del tema real. Pero la letra es totalmente incoherente con la realidad de la persona que lo interpreta. Se les nota. Y un detalle: tienden a considerarse y darse a conocer dentro del rap chileno, pero ellos no hacen rap chileno y conocen a pocos exponentes del género, más que nada, los que se han dedicado al mismo estilo.

No por nada muchos están en contra de todo esto del mumble rap y el trap. Por algo el eslogan de Ambrosia for Heads rezaba así:

En la era del mumble rap, seamos claros, nosotros ponemos las barras nuevamente.

Después y a modo de punto aparte, la identidad.

Si en la música se nota que no hay novedad o un intento de innovar y caen en lo repetitivo y sin sentido, entonces es su “identidad” la que intentan demostrar. ¿Recuerdas que dije que sus letras se basan en su apariencia y su apariencia en sus letras? bueno, pues con la identidad en estos artistas es casi lo mismo.

La búsqueda de identidad es un tema amplio, que se trata en las aulas del liceo como así también en tu hogar, con tu amigos saliendo y compartiendo o bien escuchando música en tu habitación. Es amplísimo y no voy a contemplar algo más psicológico o social al respecto, sino que la identidad relacionada con el hip-hop y su cultura.

Está claro que muchos jóvenes y niños se sienten atraídos por el hip-hop por su forma, por su apariencia, su estilo y la identidad que derrochan sus exponentes, por ende, los jóvenes y adolescentes quieren tener esa misma actitud, de confianza, de “no estoy ni ahí”, de “me veo bacán” (incluso, me veo de vio‘, jaja). Y eso está súper, hasta yo mismo en parte me adentré en la cultura por lo mismo. Pero al breve tiempo entendí que no tenía que adoptar algo por que sí. O intentar tener la misma actitud de los raperos que veía en vídeos y películas. La identidad eres tu mismo. Tu personalidad y el cómo permites que el hip-hop afirme o transforme tu personalidad y mentalidad. En algunos casos, la complementa y en otros, ocurre un cambio grande (puede ser para bien o para mal) y otros, como si nada.

Algunos entenderán así porqué los Beastie Boys son mi referente directo.

Pero volviendo al caso que me hace pensar en todo esto, es que también pienso que la gente, como quiere todo rápido, hace caso omiso de los consejos basados en experiencia y sólo toman en cuenta a los que les dicen si a todo… a todo, sin ningún filtro o inteligencia. Y eso se expande hasta en la búsqueda de identidad.

Si quieres adentrarte en el hip-hop, más bien en la música, y hacer que la misma defina tu identidad, pues, dedícate a desarrollar tus habilidades musicales. Pero no caigas en ponerte una polera ancha, una gorra y un reloj abrochado sobre la manga de tu hoodie y creer que ya tienes la identidad rapera y que todos van a reconocerte como tal. Menos aún creer que porque compras una marca específica (porque “me gusta lo que provoca una marca”) te dará el estatus inmediato de rapero.

De nuevo, recuerdo las andanzas con mi bro Enzo, nosotros nos vestíamos a pura ropa americana, jajaja. Si era XL, ¡servía!. Pero, entendimos el origen y significado de la ropa ancha común en los barrios neoyorquinos y adoptamos esa visión, a la chilean way, como todos los hiphoperos de la época. ¿Marcas? sólo dentro de unos años más, cuando ambos empezamos a trabajar o tener ciertos ingresos monetarios, ambos teníamos un polerón Fubu y yo, al menos, gorras New Era. Y fueron los únicos objetos de marca que tuvimos. Recién, en 2017, volví a comprarme un 59Fifty.

Nosotros queríamos hacer graffiti, bombardear toda nuestra zona, hacer tocatas, crear canciones, aprender a producir, grabar una demo, improvisar por horas, crear block-parties, pinchar discos, hacer algo de breakdance, hacer cursos de hip-hop, hablar del hip-hop, darlo a conocer, ¡rayos! un montón de cosas. Pero nunca quisimos ser algo que no éramos ni seríamos: raperos como en los vídeos. Ser falsos.

Ahora, los cabros quieren ponerse de una alguna polera Supreme y ¡plin! por arte de magia, I’m a rapper, mothaf-cka! y la verdad… no. Te falta mucho por conocer y aprender. La analogía perfecta es una parte de la canción de Freddy Turbina:

“¡Ahí va Freddy Turbina! Si… y dicen que no duerme.”

Y el buen Freddy Turbina recién, solo recién le había sacado las rueditas chicas a su bicicleta… no sabía de los porrazos que aún le quedaban por sufrir.

Maldita sea, ojalá fuera así de instantáneo el reconocimiento…

Tu crecimiento puede ir de la mano con tu identidad, ¡obvio! pero para ello debes conocer, aprender, experimentar, practicar, etc. Si sólo vas a hacer cosas por buscar aprobación y/o provocar algo en los demás y no en ti o no por ti, pues, algo anda mal.

Y si alguien te aconseja y recomienda algo o da algunos tips, pues, mínimo pensarlo un par de veces y algo tomar de ello. Sino, pues, seguirás siendo igual de pusilánime que hasta ahora, partiendo desde afuera hacia adentro.

Estoy en contra de locos así, de los porfiados. No seré un exponente del hip-hop así grande como otros, pero amo esta cultura, me metí en ella hace tanto tiempo ya y le debo mucho al hip-hop, más allá de rimas, graffitis y música.

Al final, como dije hace un par de años atrás, el rap es para raperos, no para cantantes de rap. Para MC’s, no para poseros.

La identidad se forma de adentro hacia afuera, no al revés. En el hip-hop, es lo mismo. Imitar a los niggas o boricuas de vídeos es sólo eso: imitación, porque hasta ellos la tienen clara: es un vídeo y deben vender su música de manera atractiva.

RESPECT THE ELEMENTS.
RESPECT THE CULTURE.
RESPECT THE HIP-HOP.

PD: Esto fue escrito originalmente en 2018 y actualizado en 2023.