Anteriormente mencioné un momento en que comencé un camino de descubrimiento musical allá por 2007, ¡y vaya que es cierto!. Aquel camino me permite escribir y compartir estas pequeñas publicaciones.
Hoy es el turno de un artista que es muy especial, lo sé, es cliché decir eso, pero ciertamente, Erlend Øye es un artista especial o peculiar, si lo deseas nombrar así.
Su música llegó a mis oídos también en ese bendito año 2007, gracias a Laura (sí, otra vez, se convertirá en referencia constante por aquí), y todo porque ella llegó a oírlo, no recuerdo cómo. Lo que sí recuerdo es el dúo del que forma parte: Kings of Convenience, que si bien, merecerían una publicación individual, por ahora es importante mencionarlos, ya que es la piedra fundamental, en mi opinión, de lo que Erlend Øye es como músico.
Kings of Convenience es un dúo noruego de folk-pop e indie-folk, con bonitos toques de bossa-nova, soft rock y una onda guitarrera y calmada que recuerda a Simon & Garfunkel, pero sin los problemas de personalidad entre ambos. La segunda parte del dúo es Eirik Gamblek Bøe, un tipo muy reservado, si a Erlend lo puedes considerar reservado, pues Eirik es como el triple. Y tocan juntos desde 1999.
Con este dúo lograron notoriedad, no sólo en su natal Bergen, en Noruega, sino que internacionalmente, sobretodo Europa y cuenta con una gran fanaticada en México y Latinoamérica.
Pero Erlend es un músico inquieto, dentro de su apariencia y personalidad tranquila. Luego de editar su primer álbum de Kings of Convenience, posteriormente también editan un álbum de remixes, titulado Versus, con colaboraciones de artistas como Röyksopp y Four Tet, ambos siendo conocidos artistas del género electrónico… y así es como llegamos a otra faceta de Erlend Øye: ser DJ y músico electrónico.
En 2003 lanza su primer álbum solista, Unrest, un buen álbum de electrónica e indie pop, que tiene la particularidad de haber sido producido alrededor del mundo, en lugares tan distantes como New York, Roma, Helsinki o Barcelona. Un LP singular, que permite a Erlend poner un elemento diferenciador a la música electrónica, gracias a su voz y melodías. Siguiendo en esta línea, en 2004 colabora con el Studio !K7, los creadores del gigantesco compilatorio DJ-Kicks, donde vemos su faceta de DJ, mezclando variados estilos en un larga duración que contó con buena recepción por parte de portales especializados como Pitchfork o AllMusic. En su compilado, vemos mezclados de forma original artistas como los franceses Phoenix, el maravilloso Cornelius o el minimalista Ricardo Villalobos, de nacionalidad chileno-alemán.
Un músico inquieto, sensible y cercano. Que puede representar por sí mismo el eclecticismo musical, desde Bergen, pasando por Santiago, llegando a México y a Siracusa. No importa dónde se encuentre Erlend Øye, siempre lo encontrarás con algún instrumento, creando melodías.
Pero las fiestas y las presentaciones en clubes o festivales no son suficientes para un creativo musical y luego de estas experiencias notables, vuelve a editar un álbum junto a Eirik, como Kings of Convenience, el maravilloso Riot on an Empty Street, que a pesar de su título, es una producción que puedes disfrutar de forma encantadora, al calor de una taza de café y un libro o un momento íntimo con amistades, en lo que prima un ambiente sencillo, alejado de los ruidos callejeros (quizás, por ahí hay un juego de palabras con el título del álbum). Este álbum destaca por añadir más instrumentación a las composiciones y contar con la voz de Feist en dos temas, sin duda, dando un toque preciso a su colaboración en el sonido que construyen Erlend y Eirik.
El escándalo de la calle vacía lo lleva nuevamente a prender la chispa de la fiesta, del beat, del sonido electrónico, pero ya no como aquel ecléctico DJ, sino quizás dando respuesta a la pregunta de ¿cómo hacer música electrónica sin electrónica? pues, llamando a un par de amigos y formando una banda de aquel estilo musical, pero en base a instrumentos normales: batería, bajo, guitarras, etc. ¿El resultado?: The Whitest Boy Alive, coloquialmente conocidos como “Los Whitest”, un éxito sonoro.
¿Pero dónde está Erlend Øye en el mundo? Tal como su primer álbum individual, Erlend pasa gran parte de su vida en diferentes lugares, Alemania, Gran Bretaña, México, Italia y Chile.
¿Chile? pues si. de hecho, tiene una historia ligada a Chile que hace que Erlend Øye pase agradables jornadas en Santiago, Valparaíso o recorriendo lugares específicos a lo largo del país, sea conociéndolos de forma turística, cómo dando presentaciones. Así fue como tuve la oportunidad de verlo en vivo en Frutillar, al sur del país, en una presentación intimista y cercana, junto con su banda de apoyo, La Comitiva, formada principalmente por jóvenes sicilianos… Italia es otro país que prácticamente debería darle la nacionalidad a Erlend, así como Chile, en Italia encontró un hogar, que lo rodea de melodías, del clima mediterráneo y la compañía de amistades que le permitieron enamorarse de la música italiana de los 60’s, al punto de que ha lanzado un par de singles en aquel precioso idioma.
Un hombre sensible, un tipo simpático, reservado y con un oído privilegiado, que ha sabido embeberse de los ambientes, vivencias, climas e influencias, tanto musicales como individuales, de muchas personas, muchos artistas y muchos estilos, que le permiten ser un artista ecléctico y con quien sería agradable compartir un buen café a la orilla de una playa o en un rincón céntrico, disfrutando la ora dorada del atardecer.
A pesar de todo lo mencionado, recomiendo algunas canciones puntuales: La Prima Estate (de 2013, en el vídeo), Lockdown Blues (de 2021 y grabado durante la cuarentena COVID-19, que lo encontró en México), Know How (como Kings of Convenience, de 2004) y Burning (como The Whitest Boy Alive. de 2006).
