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Jazztick en Temuco (08/02/2024)

Durante el 8 de febrero pude asistir al recital de la banda Jazztick, en su fecha agendada en Temuco, realmente, en Padre Las Casas.

A Jazztick los conozco hace tiempo. La primera vez que los ví fue en Santiago, allá por el 2015, si no me equivoco. Estaban tocando a las afueras de la Universidad de Chile, en pleno centro de la ciudad. Me pasé un buen rato escuchando temas de Super Mario y Donkey Kong y otros juegos noventeros en clave jazz.

Y sonaban genial. Cosas así solo había escuchado en YouTube en ocasiones, de otras partes del mundo o el típico cover que realizan algunos en clave metal, lofi, jazz, etc. Pero no conocía nada local, descubrir a Jazztick fue algo bonito.

En esos años anduve muy pegado con un sitio web sencillo que te permitía escuchar soundtracks de videojuegos de plataformas como Super Nintendo, Game Boy, Nintendo 64, Sega Genesis, PC, entre otros, así que me pasaba un buen tiempo trabajando y escuchando canciones de juegos clásicos y luego, escucharlos en la onda del jazz, jazz-fusion de Jazztick, fue un toque muy interesante.

En fin, ¡el concierto! como fue el 8 de febrero, fue prácticamente un regalo de cumpleaños poder asistir, y lo hice junto a Loreto, no pensé que querría ir al inicio, cuando le conté que la banda venía a Padre Las Casas, allá por octubre, cuando me enteré de la noticia, y me emocionó mucho su alegría y entusiasmo al respecto, diciendo que sería un bonito regalo de cumpleaños poder ir juntos.

El lugar de la presentación fue el Centro Cultural Municipal de Padre Las Casas, en La Araucanía, locación que nos quedaba bastante cerca para poder asistir a pie, y en el cual ya habíamos estado con anterioridad, así que estábamos muy seguros de que no tendríamos problemas con la silla de ruedas que Loreto utiliza, así, quedamos muy bien ubicados, con buena vista y buena calidad de sonido.

Esto es de destacar, el sonido aquel día fue excelente. Nunca he sido muy técnico en cosas de sonido, pero pude identificar que todo el setlist de la banda sonó muy bien. Aparte de la calidad como músicos de cada integrante de Jazztick, quien los acompañó en el manejo del sonido también lo hizo como si fuera un integrante más.

El setlist fue basado netamente en Donkey Kong Country, la legendaria trilogía de videojuegos de Nintendo, que en los noventa, cuando apareció el primer juego de la serie, fue novedad y furor, gracias a sus gráficos avanzados, su animación fluida y jugabilidad fácil y atrapante. Los niveles estaban muy bien diseñados y pensados, permitiendo que sea un juego en el cual podían participar niños, jóvenes y adultos, gracias a los personajes principales y enemigos del juego… y su diseño sonoro y música.

Es que ¿quién no ha escuchado alguna vez aquella música relajante y etérea del “nivel del agua”? o ¿la tonada de guitarra eléctrica característica de King K. Rool? o más simple aún, ¿la melodía de entrada del juego?

Jazztick en el Centro Cultural de Padre Las Casas (extraída del Facebook de la banda)

Hay un lazo muy fuerte entre el soundtrack de Donkey Kong Country y una generación completa de niños y adolescentes que ahora somos adultos, profesionales, padres de familia, etc. que valoramos todo esto no con un afán nostálgico de añorar los viejos tiempos, sino de que encontramos verdadero valor en sprites y melodías que nos acompañaron en momentos importantes de nuestra niñez, adentrándose y permitiendo ser parte de nuestra vida y personalidad, tal como varios tenemos frases de Los Simpsons grabadas en nuestro vocabulario diario, las melodías creadas por David Wise y compañía, calaron hondo en una generación, que ahora disfruta de músicos de primer nivel entonando anímicamente aquellos acordes, con una propuesta moderna, fresca y alocada, tal como el jazz lo permite.

Es que no sería lo mismo si fuera Funkstick, Rapstick o Rockstick (no negando que serían maravillosas ideas de combinaciones), pero Jazztick dió en el clavo. El jazz da para mucho, su flexibilidad musical y su característica apertura hacia la improvisación, permite que sea el estilo musical ad-hoc para experimentar con las notas de 16 bits de la banda sonora de muchos videojuegos clásicos. Tal como la música de Peanuts es una buena entrada para el jazz en general, la música de estos juegos puede enlazarse correctamente con el jazz o bien, éste último puede adentrarse sin problemas en aquellas melodías y acordes.

Aquatic Ambiance, en su versión Jazztick (grabado en la presentación)

La banda está conformada por cuatro integrantes:

  • Verúd (Sebastián Vera), bajista del grupo y quien también se encargó personalmente de recibir a algunos asistentes y revisar algunas entradas. Fue quien nos recibió en el pórtico del Centro Cultural. Su onda y estilo al tocar el bajo, alocado, flexible, rápido e inspirado, le dan un toque de poder genial a Jazztick y permite que su instrumento, el bajo, a veces poco notorio en el chipset de sonido de una consola, destaque de una forma salvaje en vivo.
  • Max (Maximiliano González), teclista de Jazztick, el hombre a cargo de las teclas de piano y sintetizador, ¡cuánta energía tiene! no sólo para tocar magistralmente su instrumento, sino también para compartir con el público, animarlo, hacerlo partícipe y disfrutar al mismo tiempo las notas que va tocando. Es que se nota que fue de los chicos que disfrutó con aquellos videojuegos, tal como menciono con anterioridad.
  • Lonco (Ariel Flores), el saxofón no puede no estar presente en el jazz y en Jazztick, Lonco es el encargado de poner las notas sabrosas, jazzísticas y melómanas del saxofón, dándole el toque preciso a temas notables como Aquatic Ambiance o DK Island Swing. Lisa Simpson queda chica en comparación, ya que Lonco le pone no sólo un buen sabor sino que igual mucha alegría y entusiasmo al momento de dejarse llevar por las notas musicales de las canciones.
  • Beto (Fernando Quintana), en la batería, Beto acompaña cada canción, cada tema, con una actitud poderosa, alegre, que disfruta no sólo de tocar enérgicamente la batería, sino que también disfruta de las melodías que cada compañero integrante va reproduciendo y creando a medida que la presentación avanza. Beto demuestra no sólo moverse flexiblemente por las características del soundtrack de Donkey Kong, sino que también muestra su capacidad de adaptarse a diferentes estilos, en los sutiles toques presentes de los mismos en varias instancias.

De este grupo, Verúd y Max son los Jazztick originales, a quienes tuve el agrado de conocer en aquella tarde santiaguina. Recuerdo que ahí eran cinco integrantes y que el batería era el padre de uno de ellos (no recuerdo de quien) y a pesar de estar tocando en la calle, la diferencia con una presentación tipo recital en vivo, no ha menguado en calidad, sino al contrario, han crecido mucho y Jazztick ha evolucionado como una banda que sabe lo que hace, se entiende entre sus pares, tienen buena comunicación musical y también son flexibles y sencillos si se trata de recibir o dejar en libertad a algunos miembros, siempre sin perder su calidad y cercanía.

No por nada han tenido presentaciones notables en lugares como la Sala SCD, diversos eventos de temática gaming y su propia carrera artística, que si bien, se dedican a esta mezcla de jazz y videojuegos, no es un bloqueo o impedimento para hacer notar su experiencia como músicos, la calidad de cada uno en su instrumento y la capacidad increíble de sonar originales y frescos con cada proyecto musical que presentan.

Sin lugar a dudas, fue un concierto que disfruté mucho, todos los que estábamos aquella tarde en el Centro Cultural volvimos a ser niños frente a un televisor, con un control de Super Nintendo en nuestras manos, compartiendo con Donkey Kong todo su poder y sus bananas para derrotar a King K. Rool una vez más.

Esperando desde ya a que vuelvan una vez más 😄

Presentación en el Teatro Cousiño, Santiago.

Para concluir, puedes seguir a Jazztick en su redes sociales, Spotify, YouTube y Bandcamp, a la vez, que puedes enterarte de sus próximas presentaciones y proyectos en su sitio web.