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Mercuriales

Hoy les cuento de uno de los descubrimientos del año, aunque siendo sincero, desde el 2022 que sabía de ellos, pero ahora es el momento de hablar de ellos.

Mercuriales es una banda de Córdoba formada en 2019 que propone un viaje musical fusionando sonidos sintéticos con beats y cuerdas donde coexisten géneros diversos como rock, trap, hip-hop, y dream pop.

Iniciado por Fer Mich y Yuls Átomos, el proyecto se expandió a formato banda con la incorporación de Vicky Gigena en el bajo, Iñaki Etchegaray en guitarra lead, Violet Assai en el acordeón y el teclado y Emi Bergliaffa en percusión en el año 2021.

Sus letras proponen re-pensar y re-pensarse en situaciones del cotidiano, el barrio, las amistades, ondulando entre lo arduo y la liviandad del transitar.

Esta descripción, tomada textualmente de su perfil de Spotify es la forma más concisa de presentar a Mercuriales. Pero si me permites extenderme, es mucho más que lo que aquellos párrafos pueden expresar respecto a la banda.

Nunca en lo personal, he sido muy cercano al mundo musical argentino, más que nada, porque no he conectado con ella como otros muchos lo han hecho, a través de Gustavo Cerati, Charly García, Vicentico, Fidel Nadal o el Bahiano, pero siempre he tenido una admiración por artistas específicos, que como menciono, quizás no forman parte de mi playlist diario, siempre están presentes por una canción específica.

Y tal es el caso de Mercuriales. Llegué a conocerles por medio de Vicky Gigena, bajista del grupo (*), gracias a intereses en común como colegas en el mundo del diseño gráfico y empezamos a compartir algunas cosas, ella compartía algún extracto de un tema de Mercuriales y yo hacía lo mismo con alguno de los temas que he estado produciendo durante estos años. Hay una amistad cimentada en diseño, YouTube, WhatsApp y música, en especial, estos ritmos funk y hip-hop tan frescos y modernos.

Mercuriales, tal como indican, tienen una mezcla muy fresca que unifica hip-hop, funk, rock y dream pop, con toques de rap y música urbana muy puntuales, todo pasado por una jugera y filtrado, cual buen café, para dar con una propuesta funketa muy rítmica y agradable de escuchar. Muy moderna y de la cual te dan ganas de escuchar y disfrutar mientras paseas en automóvil, en bicicleta o a pie, a través de los colores de la ciudad, las texturas y aromas que puedes encontrar en tu camino. El rimo y melodía acompañan aquellas instancias, tal como me acompañan mientras escribo estas líneas.

Se hace poco el EP que lanzaron en 2022, llamado 24/7… es grosso, como diría un buen argentino, pero sus cinco temas se hacen poco, para la genialidad del sonido del grupo, es injusto, jajaja, pero de lo bueno, poco, dicta el dicho.

Estos cinco temas, expresan más que nada, la cotidianeidad de la vida urbana, el deseo de ir más allá, de disfrutar la vida y crecer también, mostrando la fragilidad de los sentimientos humanos y sus vivencias diarias. También, hay crítica social muy puntual, que le da un toque social moderno y enchufado a la realidad. Hay rapeos breves, pero bien establecidos, una melodía mayoritariamente funk en la forma en que se van concatenando los versos y las armonías vocales, sobretodo en fraseos y onomatopeyas, complementan súper bien el groove general de los temas.

Ya fundió el Plan, tiene una melodía que recuerda varios artistas de funk o R&B norteamericanos, con aquel toque dream-pop de fondo, que permite que apreciar el tema sea una experiencia que permite conectar con los versos cantados.

Frágil, tal como el título, es una canción que tiene un sonido que invita a escuchar desde la primeras notas, destacando la línea de bajo, que posee un sonido atractivo y relajado. La letra de este track es una de las que me gusta de este EP, el sentimiento, los matices, el tiempo, la muerte, esas temáticas que creo que todos hemos sentido en más de una ocasión, hace que el tema sea disfrutable a modo introspectivo pero también, disfrutable, por su instrumentación.

B1C1, fue el primer tema que escuché, gracias a Vicky y ahí enganché con el ritmo y onda de Mercuriales, recordándome a lo mejor de Los Tetas y a la parte más funkera de Chancho en Piedra, pero con un giro urbano rico y moderno.

Bai Bai, el último tema y que le dice bye-bye al álbum, es como indica su nombre, un tema para despedir finalmente a una experiencia que debe quedarse en el pasado, tú le pones el subtítulo: sea un amor, un trabajo, una amistad, una mala experiencia, etc. Tiene una mezcla muy extravagante de ritmos urbanos actuales, que lo hacen pasear entre el dream pop y el trap, tanto el moderno como el clásico.

Cabe destacar también que han sabido no sólamente crear este EP con estos ricos sonidos y ritmos, de forma musical, sino que también ha podido traducir aquel feeling de sus canciones de forma audiovisual, con un video clip que abarca la duración completa del álbum, con distintas tomas, enfoques y ambientación, según la canción del momento.

La cinematografía de estos clips está súper bien lograda, resulta atractiva y es una excelente compañía para las melodías sonoras a las cuales complementan, de forma idónea, al nivel, que me han inspirado para hacer algo similar, aunque no sé si lo haría con la duración del álbum que estoy planificando, porque no sé si tendré ideas visuales para más de una hora de duración, jajaja.

En fin, todos los aplausos son para Mercuriales, porque han sabido trabajar su propuesta de una forma correcta, auditiva, visual y como manifestación de la cultura musical actual que se levanta no solo en Córdoba, sino también en distintas partes a lo largo y ancho de Argentina, no por nada ganaron el premio a artista o banda revelación urbana del año 2023 en los premios Cieya (Cámara de la Industria del Espectáculo y Afines), dando un verdadero salto en su carrera musical.

(*) Al momento de publicar este artículo, Vicky ya me ha contado que no sigue en Mercuriales con el sonido de su bajo. ¿Los motivos? me parecen ciertamente inmaduros, pero sé que para Vicky será una oportunidad no sólo de crecer como la gran diseñadora que es, sino que también tendrá la oportunidad de poner todo el groove de su bajo en un futuro musical que puede ser más que próspero.