Antes de comenzar con la temática del título de esta entrada, creo necesario aclarar algunos detalles sobre mi.
Como se han podido dar cuenta, a razón de algunos detalles compartidos a través del contenido de La Vida en Beats, que siempre me he presentado como rapero. Pues bien, quiero profundizar muy rápidamente al respecto de esa info, si, soy rapero, soy MC, orgulloso de ser parte de la cultura Hip-Hop y poder tener una visión de vida y otras características, de las cuales el hip-hop ha sido parte y molde.
Si bien, siempre sentí afición por el rap, la música, empecé a interiorizarme en todo ello cuando tenía entre diez y trece años, ya conociendo algunos grupos y exponentes como Beastie Boys, MC Hammer, Wreckx-N-Effect, Cypress Hill, Ini Kamoze (aunque es más reggae y raggamuffin’), entre otros. Y pronto descubrí que todo ello era parte de algo más grande: el Hip-Hop, y me puse a investigar (en lo que pudiese) sobre eso. Dónde empezó, que lo definía, que perseguía, etc. y conocí las cuatro ramas elementos: MC, DJ, B-Boys y el Graffiti. En lo personal, elegí el graffiti como primera opción, debido a mi facilidad y afición por el dibujo y prontamente añadí el rap, creando primerizos versos, muy básicos y simples, pero que me permitieron adentrarme en este mundo.
Gracias al hip-hop, mi personalidad cambió, pasé a ser más extrovertido y de mayor facilidad comunicacional, y también, por qué no, adopté una mayor “actitud”. También, en parte, ha definido mi trabajo y visión sobre el diseño gráfico y gustos personales.
Ahora, a lo que titula esta entrada. The Get Down, serie de Netflix de 2016, que básicamente muestra los orígenes del hip-hop en la Nueva York de los setentas, mediante un formato de serie dramática, que mezcla mucha música, colores vibrantes y ad-hoc a la propuesta, acción propia de las calles y también personajes que muestran claros estereotipos de las clases sociales del barrio, como también personajes que están basados en personalidades reales.
Claramente, es un trabajo de ficción, un drama musical. Pero esta serie ha sabido acertar, en mi opinión, en algo que muchas veces no había sido retratado: el origen del hip-hop.
Durante mucho tiempo habíamos obtenido películas que se basaban en la típica historia de surgir de la decadencia de un barrio marginal en base al talento musical en el rap del protagonista (hola, Eminem), o bien, películas que mostraban parte de la vida de grandes exponentes como Tupac o Notorious B.I.G., más a modo de documental, y también, el típico hiphopero que tenía parte en alguna comedia, como en Scary Movie o How High, pero no había alguna que se dedicase a abarcar la parte de la historia del origen.
Y The Get Down llegó. Y lo hizo en un muy buen momento, creo modestamente.
Menciono esto en base a que el hip-hop, a nivel global está nuevamente en boca desde hace varios años. Si bien la calidad del rap actual es muy diferente a la de años atrás, el espíritu sigue presente.
Nuevamente se ven en las calles y plazas a grupos de jóvenes b-boys practicando sus pasos de breakdancing, popping y demases, también, y al menos acá en mi ciudad, han vuelto a aparecer raperos y MC’s en las calles, juntándose en grupos para hacer freestyling y batallas de improvisación, por amor al rap, por prepararse en competición y aprender nuevas técnicas y fórmulas que pueden utilizar en su rap. No digo que hayan desaparecido, ya que siempre ha existido un gran movimiento en la región, sólo me refiero a que quizás, retornó a un nivel underground en cierto momento y ahora, está volviendo a surgir a la superficie, logrando encantantar a nuevas generaciones. El graffiti siempre presente, he notado que hay “períodos de actividad” entre mayor y menor visibilidad, pero siempre el neoexpresionismo del graffiti ha podido ser visto en diferentes ciudades y lugares. El DJ, considero es el más underground, en referencia al clásico y real DJ, que ha sufrido la influencia de la tecnología y dentro de la categoría DJ han entrado productores, beatmakers y aficionados a las mezclas y producciones en computador.
The Get Down muestra el origen del rap en base a la historia de Ezekiel “Books” Figuero, un adolescente de ascendencia afroamericana y puertorriqueña que tiene especial sensibilidad sobre su vida y el mundo que le rodea y que tiene la particularidad de tener el don de la poesía, de esa verdadera, que es capaz de expresar los sentimientos más profundos y oscuros de la forma más hermosa e ilustrativa posible y que también posee gran curiosidad musical, todo esto, más la influencia del camino que escoge en su vida: una parte “normal”, como pasante en la oficina de un político influyente y otra parte “subterránea”, como poeta/MC del grupo The Get Down Brothers, grupo que forma con sus amigos más cercanos y con Shaolin Fantastic, genial y muy bien logrado personaje que representa a un joven dealer (traficante) que desea dejar atrás la vida de matonaje y convertirse en DJ, siendo aprendiz del mismísimo Grandmaster Flash, quien también es consultor de la serie y un personaje influyente para Shaolin Fantastic dentro de los eventos de la misma.
También, siempre ligado a la música, la cual es la verdadera cadena que soporta la trama de la serie está la historia de Mylene Cruz, joven latina que tiene un romance con Ezekiel y que desea de igual manera sobreponerse a las condiciones del entorno en el que vive, usando la música como método, pero, en contraste con Ezekiel, Mylene quiere dedicarse a la música Disco o bien, música más popular y “pop”.
Ella también tiene su lucha interior y exterior: el temor del rechazo provocado por un padre pastor de la iglesia pentecostal del barrio, que es autoritario y casi fanático. Imagina a Ned Flanders de Los Simpson, con todo su actuar prudente y cuidadoso de la obediencia a Dios, con la personalidad de Walter White de Breaking Bad, es decir, en la mezcla, un potencial fanático religioso. Y ese personaje es representado por Giancarlo Esposito, Gus en Breaking Bad (coincidencias de la vida). Pero claro está, eran tiempos totalmente distintos a los actuales.
Entonces está toda esta “masa” cuyos ingredientes incluyen inconformidad, talento, discriminación, incomprensión, la búsqueda de algo más que sólo una vida normal, la música, la amistad y la política en sus diferentes matices, y el barrio y todo lo que hay dentro de él: desde el joven graffitero que se dedica no solo al “vandalismo” de hacer tags y bombs, sino de plasmar mensajes positivos en sus graffitis, mensajes que rodeaban toda la ciudad de Nueva York, tomando en cuenta que estaban pintados en los vagones del metro, hasta las decisiones tomadas por el político que sí entiende, apoya y lucha por su gente y que tiene que hacer frente a nuevas ideas políticas que pueden corromper sus ideales. La mezcla de éstos ingredientes nos muestran los orígenes del hip-hop.
Todo esto en una alegoría de colores, bailes y música, donde los contrastes son bien representados y los ambientes son un buen reflejo de como fueron aquellos años. Es interesante el uso de imágenes y vídeos de archivo y de que la misma fotografía de la serie tenga esa apariencia retro, que lo acerca y ambienta aún más en los setentas.
El hip-hop nació allí, en Nueva York. Y en la serie son mostrados y nombrados los iniciadores: DJ Kool Herc, Grandmaster Flash y Afrika Bambaataa. Si eres rapero y no sabes quiénes son éstos tres, pues, ¡necesitas informarte rápidamente!
Cada uno en un lugar diferente del gran NY, contribuyeron con los ingredientes para formar el hip-hop tal cual lo conocemos, que empezó muy subterráneamente, pero luego de unos años, hizo su explosión y manifestación para todo el mundo.
Con el tiempo obviamente, se fue definiendo aún más y también surgieron y fueron adoptadas nuevas ideas y pensamientos que encontraron cabida en el hip-hop para ser expresadas y/o denunciadas. No sólo fue un movimiento de distintas ramas que planeaba alejar a los jóvenes de la violencia pandillera, sino que también fue convirtiéndose en una forma de violencia para denunciar las irregularidades e injusticias, las diferencias y la discriminación, a veces, dentro del mismo hip-hop. Aunque esto es otra historia.
Yo empecé en esto escuchando a los “nerds” de los Beastie Boys, grupo de origen punk adolescente que trascendió al hip-hop, convirtiéndose en uno de los mejores y más conocidos exponentes… ¡y blancos!, sabiendo que en su mayoría el hip-hop es “negro”, pero eso es lo genial del hip-hop, que dentro de su cultura encontramos a muchas nacionalidades y ascendencias, razas, características, religiones, visiones políticas y musicales, todas variadas, todas distintas, todas dentro de una gran familia que por medio de beats, latas de spray, bailes y vinilos han moldeado a una gran parte de la juventud y adultos a nivel global.
Y lo han hecho durante más de 30 años. Dato no menor.
Para terminar, ¡larga vida al hip-hop! y aprovecha de ver The Get Down en Netflix, si no sabías mucho del origen del hip-hop, es una buena oportunidad. Si lo tuyo es la música de los años 70, también disfrutarás de un genial soundtrack y si sólo quieres una buena serie para el fin de semana, pues dale, The Get Down no te decepcionará.
PD: Esto fue escrito originalmente en 2016 y actualizado en 2023.
